Este es un libro abierto en el que una mariposa presenta a través de sus
destellos lo que hay dentro de sí y lo que puede ver cada vez que alza vuelo...
Aunque Clara habia escuchado de la importancia que era ir cada domingo a misa prefirió dar media vuelta y abrigarse de nuevo, que tan malo sería dejar de hacerlo al menos por un día?...
10:30 am - Clara por Dios te vas a condenar, si supieras el tema de hoy sabrias a lo que me refiero debes hacer algo, habla con el padre por favor dile que te de la eucaristia a ti sola, paga lo que sea necesario...
11:00 am - Clarita que bueno que ya somos dos, ven linda cuando quieras y te demostraré las cosas más interesantes que se pueden hacer en lugar de perder el tiempo en esa iglesia.
12 md Ya el estomago le sonaba asi que decidió ir a la nevera y solo encontró un yogurth porque lo demás su madre en castigo lo habia ocultado, lo estaba destapando cuando vió por la ventana un niño con sus ropas rasgadas y titiritando de frio...
-Hola amiguito, que haces aquí? - Espero a mi mamá - Mmmm desde hace cuanto? - Unos cuantos días es que me dijo que iria a la iglesia pero no ha vuelto. - Quieres que te acompañe a buscarla? - No, mi madre dijo que a ese lugar no debian entrar ángeles y creo q tu eres uno.
Su frase le estuvo dando vueltas toda la tarde, miraba cada dos o tres minutos a la ventana y el niño seguia alli hasta que... vió una mujer delgada con ropa algo vulgar acercarse al niño y darle algún dinero, luego de darle un fuerte abrazo le hizo señas de que la esperara y se subió a lujoso carro que la esperaba.
- Hola, ella era tu madre? - Si, vino a dejarme la cuota - Cuota? - Si, ahorramos para nuestra fundación de niños de la calle, ella me asegura que deberé vestir asi mientras no haga nada para agradecer mi vida, asi que ella me ayudará, todos los dias va a la iglesia y me trae algo de dinero, asi poco a poco reuniremos lo necesario para nuestro sueño: No más niños pobres en la calle.
Para ella era claro que la llamada "Iglesia" no era mas que un prostibulo y que nadie jamás entendería que la madre de aquél niño hacia algo asi para ayudar a los demás, ese era su gran pecado, que seguramente los fieles devotos de cada ocho dias en misa nunca aceptarían.
Clara nunca más volvió a la Iglesia y desde entonces se ha dedicado a vender sus cuadros por minimas sumas de dinero las cuales ha sumado a la cuenta de auqel niño...
Adriana Jiménez desde niña jugó a las muñecas, cada tarde descargaba su maleta del colegio e iba al patio para que su Ken y Barbie vivieran una nueva aventura, con su respectivo inicio, nudo y desenlace amoroso. Sus padres nunca se inmiscuyeron, ni trataron de acompañarla, era mejor tenerla allí jugando “sanamente” que en la calle aprendiendo cosas malas de los niños de su edad, los cuales seguramente no estarían tan bien educados como su pequeña e inocente hijita.
Ella creció, entró a la universidad, conoció varias mujeres cuya prioridad semanal era escoger el del fin de semana, que ropa no repetirían y que nuevo movimiento de perreo aprenderían; fue así como ella empezó a conocer un mundo diferente al creado para sus muñecos, un mundo donde prima la ley de: La que piensa pierde. Decidió entonces, dejar de pensar en que era bueno o malo y se dedicó a disfrutar, lo primero que hizo fue aumentar su pecho, le explicó a sus padres lo importante que era para ella sentirse a gusto con su cuerpo, además alguien de talla 32 no sería aceptada en el club, ingresó al gimnasio, eliminó por completo cualquier tipo de harina o grasa de su dieta, salió con sus grandes amigas y empezó a ser como ellas…
Al poco tiempo de su cambio extremo conoció su propio Ken, aquél príncipe azul del nuevo milenio: Alto, fornido, buen olor, carro nuevo y una maravillosa billetera; Para Adriana bastaron unos cuantos movimientos y miradas insinuantes para que el cayera en sus redes o bueno, digamos brazos para hacerlo más romántico, ese mismo día la invitó a subirse en su lujosa calabaza para ir al gran palacio, quería llenarle de flores su hermosa cabellera, besarla, entrar a ella (en el sentido literal) y finalmente despedirse porque al ser un “príncipe” tenía muchos reinos por conquistar.
Adrianita había aprendido una lección: no más niños de su edad, necesitaba un hombre de verdad, ya sus siliconas se veían pequeñas y sus padres no tenían una nueva casa que hipotecar, así que pidió asistencia urgente de sus apreciadas colegas para que le presentaran algún nuevo rico de esos que usan pachuli, camisas de flores, con pansa hasta las rodillas y sobre todo con una 4X4 que no le doliera dar desde la primera cita una esmeralda, mejor dicho un narco con quien negociar favores a cambio de beneficio$.
Don Arquímedes era un “hacendado” de 56 años, llevaba 20 en su negocio y siempre se le veía muy bien acompañado, conoció a nuestra princesa y decidió hacerla parte de su clan, todas sus chicas vestían siempre igual era como una marca que indicaba a quien pertenecían (como a las vacas), Adriana cumplió su gran sueño: Tener nuevos senos, más cola, cintura pequeña y lo mejor de todo “gratis”, era como estar en el paraíso que siempre soñó cuando era niña.
La universidad ya no era necesaria, sus padres ahora tenían una nueva casa en el terreno antes considerado reserva natural del municipio, un carro verde con amarillo como siempre lo quiso su padre, gimnasio, club propio para no tener que ir a juntarse con la plebe, en fin todo lo que cualquiera pueda pensar como imposible ahora los Jiménez lo tenían.
Un día decidió cambiar de rutina, salió con sus viejas amigas, pero no le pidió permiso a su dueño, así que éste enfurecido fue donde ella para despedirla. Llena de joyas y con un cuerpo esplendido quedó tendida en el piso luego de recibir tres disparos, allí todos aseguraron no saber quién era y lo único que encontraron en su bolso fue dos muñecos con sus ropas rasgadas y cara sucia, hoy ella está en una fosa común con algunos NN, sus padres siempre pensarán que está con su generoso esposo divirtiéndose en algún lugar del mundo y Arquímedes pronto encontrará su reemplazo.